viernes, 29 de julio de 2011

¿POR QUÉ MURIÓ EL CABALLERO DE OLMEDO?
  He tenido estos días, por fin, la oportunidad de reflexionar sobre esta pregunta. Para mi es una cuestión histórica, en lo personal. Aproximadamente hace diez años, nos reunimos Aiblín y yo con Paco Solano; un enorme escritor, y un tío estupendo, Ángel García Galiano, y Espido Freire, con la que coincidía por primera vez, en Diego de León, en una casa lindísima, a ver una película inolvidable; la “Ordet” de Dreyer.  Espido estaba metida en su última novela de entonces, que quizá fuera “Diabolus en música”( quizá no ), y preguntó, como si esa pregunta encerrara casi una verdad mitológica, ¿por qué murió el Caballero de Olmedo? Por supuesto que no preguntaba si le mató Rodrigo o Fernando o si murió según Lope de arma de fuego. Preguntaba por una razón mayor. Entonces yo no había leido "El Caballero de Olmedo" de Lope, y he seguido sin hacerlo hasta la semana pasada, en que recibí la visita en la consulta de una paciente que vive en Olmedo, y que me hace el halago de venir desde aquel noble lugar para ser tratada por mis humildes manos y mi laboriosa ciencia. La señal fue definitiva. Fui a Pasajes, recogí un libro de Herzog que había encargado y me llevé otras dos joyas; El Caballero de Olmedo y otra versión del Roldán. Los leí con gusto mientras pensaba sin parar ¿por qué murió el caballero de Olmedo? Dice la leyenda que el 6 de noviembre de 1521, volviendo de Medina, Juan de Vivero fue asesinado. Dice también que pudo ser por venganza, u orgullo, y los estudios históricos buscan una verdad confusa (seguramente como aquella razón oculta (según me contó el otro día Gloria Trinidad con esa pasión literaria desbordante a la que acostumbra) que hizo a Augusto ejercer el más terrible de los destierros con un Ovidio al que no le quedaron más que “las Pónticas” y “las Tristes”). Pero ¿por qué mataron al caballero /la gala de medina/la flor de Olmedo?. No fue una cuestión de clase ni una imposición del amor cortés, pero algo tuvo que ser. Encontrar la razón en Rodrigo y en el beneficio que el rey le tenía no nos basta, porque Inés estaba enamorada de él, y Don Alonso, “la gala de Medina, la flor de Olmedo”, de ella. ¿Fue acaso el filtro de Amor? Siguiendo la tradición medieval de los filtros, encierran normalmente una maldición, pero creo que es la maldición de contradecir un orden natural en el amor. Sólo cuando existe una imposibilidad, el filtro impone un maldición. Si no, no creo que el filtro sea un problema. Pero aquí Fabia es una alcahueta de medio pelo, nada que ver con la del señor de Rojas, y casi actúa más para ganarse el pan que para favorecer el amor. Es decir, casi son los amantes las que la ayudan a ella dejándola intervenir. ¿Entonces, Espido, por qué coño muere el Caballero? "Porque si tú tenías la pregunta, tú tenías la respuesta". No tenemos aquí a Espido, así que tenemos que seguir ensayando una respuesta. Y entonces aparece Don Pedro, el padre de Doña Inés, al que ella supone contrario al casamiento, porque quiere que se case con Rodrigo, protegido del rey. Pero Inés ha sobreinterpretado a Don Pedro, que acepta inmediatamente el amor de su hija por Don Alonso. Pero ¿cuándo? ¡¡Tarde!! El caballero agoniza en el hogar paterno. Como Hamlet, la pequeña duda y el fallo en la interpretación ajena le mata. Inés duda del consentimiento de su padre. Él también. Creo que por eso muere. A Susan Sontag le hubiera gustado decir “contra la interpretación”, es decir, creamos sólo lo que es dicho, no pensemos pensamientos o creencias de otros antes de que hayan sido expuestos. No nos movamos en el difícil mundo de las adivinanzas de lo que sentirán o pensarán los otros. Al caballero de Olmedo le faltó la confianza, la fé en que su amor estaba por encima de convenciones y de aprobaciones ajenas; una migaja que lo dejó en el camino. Pero es tan atrevido y tan volátil esto que digo, que si alguien pudiera ensayar otra hipótesis, quizá pudieramos ir aclarando algunas esquinas de este gran misterio del amor, fallido con frecuencia, y, cuando existoso, mortal…

lunes, 25 de julio de 2011

JOSEPH STIGLITZ, premio Nobel de Economía, CON EL 15 M en la Asamblea de economía

ASAMBLEA DE ECONOMÍA EN EL FORO DEL 25J. Palacio de Cristal. El Retiro.

  LA DEUDA Y LOS RECORTES SOCIALES.
   Fue una asamblea emotiva hoy en los jardines del Palacio de Cristal. Sobre todo porque nada menos que Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía en 2001, apareció por la Asamblea para observar y dedicarle unas palabras.  “I love to feel this beautiful energy. The way will be difficult, but the challenge is a good oportunity to change bad ideas for good ideas. In the last three decades, we lived an experiment based not in economic science but in ideology. Now, we can use the economic science to create new and good ideas. Good chance!” Por supuesto, transcribo de memoria, pero la idea es esta. Emociona tener un premio Nobel en nuestra pequeña Asamblea de Economía. Pero no estuvo sólo él, hubo ponencias del profesor Fonseca, y de un compañero suyo de la Complu, ambos brillantes, y hablaron de la Deuda y de los Recortes sociales. Aprendí mucho. Creo que no es mala idea compartir los puntos básicos.
 El primero y fundamental es cómo se contrae la deuda. Basado en el “robo” de la riqueza de la fuerza de trabajo, el acúmulo de la riqueza invierte en nueva riqueza. Para eso necesita endeudarse, lo cuál no es problema siempre que haya beneficios. Sin embargo cuando esa búsqueda de riqueza (especulación, vaya) falla, es el Esatdo el que absorbe las pérdidas insuflando capital para sacarla a flote y quedándose con la Deuda. Este proceso es un proceso de transferencia en el que la deuda privada se convierte en deuda pública. Si seguimos el proceso, encontraremos entonces que es ahora el Erario público el que tiene problemas. Para solucionar la deuda tiene dos opciones: aumentar los ingresos a través de una fiscalidad más dura con capitales más fuertes, tramitando impuestos de patrimonio o de sucesión, impuestos a las transacciones bancarias y a la especulación, o disminuyendo gastos; es decir, reduciendo salarios, ayudas sociales o pensiones. Mediante este proceso, que es el proceso de Europa, es al final el ciudadano de a pie el que paga, mediante transferencia, la original deuda privada.  Sencillo y claro. Hay que tener claro que los “tenedores” (los que tienen) de la Deuda en Europa son mayoritariamente la Banca, y que todo el proceso de asegurar el pago de la deuda es el proceso en el que la Banca se asegura de que les van a devolver el dinero prestado a través de ayudas que eran en realida usurería, simplemente inversión para el aumento de la riqueza. ¿Y si cambiamos el orden y no consideramos primordial devolver la deuda? La Banca se queda jodida y gana el ciudadano. Técnicamente es una opción, escogida por Islandia y Argentina en el 2002, por ejemplo. Pero no, nuestros gobiernos prefieren que los que tienen la pasta la recuperen y los que se queden jodidos seamos nosotros.
     ¿Cómo?
 En España a través de tres procesos: el pacto del euro, la reforma laboral, y la reforma de las pensiones, que suponen
 una lógica de austeridad en vez de una lógica de incremento de la fiscalidad
 un chantaje basado en deuda no contraída por las personas a las que se la cobra
 un recorte social en vez de priorizar un  incremento social o por ejemplo auditorías a los verdaderos tenedores de la Deuda.
 una disminución de la Democracia, al impedir que sean todos los que tomen este tipo de decisiones.

 Se habló, se dicutió y se vibró durante muchas más horas. Hubo mayormente inteligencia por los Jardines del Buen Retiro. Y buen tiempo. Pero estos “pequeños” detalles son, creo, los más iluminadores de cómo funcionan las cosas.

EL BESO DEL 15 M

Tengo la sensación de haber vuelto a encontrar una foto, y una foto de la que hablar, una forma de retomar esa sección llamada “hablar de una foto”.
  Desde dentro, el 15 M genera una multitud de emociones, sensaciones, pensamientos, preguntas, y análisis. Desde fuera, muchas pasiones, e infinidad de valoraciones. Como ya he intentado explicar en otros escritos, para mi la imagen que mejor define el movimiento es aquella del niño que, tambaleándose, da sus primeros pasos. Hay en esos pasos algo encantador que no admite un adjetivo como "torpe". Sin embargo, el núcleo de la capacidad de movilización del 15 M no está, a mi juicio, en la ideología, ni en la metodología asamblearia, sino en un cambio radical en el concepto de “ser político”, no sólo desde el paso del ejercicio de la representación al de la participación y al carácter inclusivo, sino al del paso de simple ciudadano a persona. Ese cambio es radical, y permite la entrada a un espacio vetado en el terreno político: las emociones. Al entrar las emociones en el terreno político, son bienvenidos los corazones, las ilusiones, y la vida personal, afectiva, familiar, y creativa de las personas empieza a desempeñar un rol. La apertura es total, porque la política debe atender ahora no sólo las demandas de pan y techo, sino las de la ilusión y la felicidad. Habrá quien piense que es palabrería o un ejercicio de romanticismo naíf. Sin embargo, en mi opinión, es esta la parte más fascinante del nuevo paradigma. El beso de estas dos mujeres jóvenes, libres, confiadas, ilusionadas, y sus más que significativas pancartas, son la imagen de esa parte del 15 M. Caminando Castellana arriba en la manifestación de hoy, 24 de Julio, las vi. Me acerqué y disparé con discreción. Una, dos, hasta diez veces. La foto no salía. Entonces le pedí a una que alzara el cartel de los corazones, que se había virado hacia el otro lado. La otra me miró, sonriente. Después la miró a ella, y no pudo contener este beso. Para entonces yo ya estaba preparado. El foco estaba en su sitio y el diafragma se abrió a tiempo. Una delicia.

martes, 5 de julio de 2011

ROBERT BURTON. UNA REPÚBLICA POÉTICA Y EL 15 M

¡¡Qué fortuna!! Llega a mis manos un librito delicioso que revive tras una conversación con Coco, maravillosa moderadora del “Debate del pueblo sobre el Estado de la Nación”, desde una postura femenina. Me habla de decir “nosotras” (inclusivo y femenino), y de excomulgar el “yo”, el “mío”, como principio fundamental de esta nueva República (de momento interior) que trata de ser el 15M. Y entonces la lectura fresca de Robert Burton salta a la memoria como un resorte. Salta junto con Foucault y junto con Eurípides. Me explico. Eurípides fue un autor eminentemente “feminista”. En sus obras da la voz a quien en aquella sociedad griega no la tenía: las mujeres. Sus “Troyanas” son un ejemplo de lucidez femenina. Eurípides vivió en el siglo de Pericles. Luego esta posición no es una posición moderna. Más parece responder a un cierto sentido común… como se encarga de establecer Foucault con su teoría de la historia como “vacuolas de orden” (ese: "las cosas no fueron siempre así, aunque lo parezca"). Y en esas vacuolas aparece Burton con este fragmento de la inmensa “Anatomía de la Melancolía” llamado “Una República poética”, publicado y traducido en una edición cuidadísima por Ediciones Utopía. Robert Burton nació a finales del XVI y murió doscientos años antes que Goethe, y mientras este seguía firmando sentencias de muerte en 1842 por “brujería”, aquel, doscientos años antes, intentaba establecer una verdadera reflexión sobre el funcionamiento de las cosas entre los hombres. Aunque no es mi intención aquí pormenizar todo el texto, sí quisiera señalar algunos aspectos que me fascinan. La lectura es, al modo horaciano, “delectare”, y los principios de la libertad quedan poco a poco impresos con frases de autoridades. En la búsqueda del hombre que quiere para su República, dice: “no hace mal a nadie decir una cosa buena dos veces”, y “la deshonestidad no es más que necedad y locura” “No podemos considerar hombre libre al que vive con temor” Pero, ¿qué es un necio, Burton? “es necio el que busca algo que no puede encontrar; es necio el que busca aquello que, una vez encontrado, le perjudica más de lo que le beneficia; es necio el que teniendo varios modos de llevar sus viajes a buen fin, escoge el peor.” Para Burton “sabio y feliz son términos intercambiables” y “la libertad consiste en vivir según las leyes propias de cada uno” Este es el hombre de Burton, un hombre libre, honesto, sabio. ¡¡Un hombre!! No alguien que se somete a las leyes que circulan en derredor, sino el que vive por sí. Pero para ello hacen falta unas condiciones. “la fertilidad de un país no es suficiente” “hace falta el tesón, que atrae a todo lo bueno”. Es como si estuviera hablando al 15 M, o desde él, mostrando lo que queda del camino. “¿Quién se puede lamentar o deplorar bastante estas ruinas?” No, hay que ir hacia delante, necesitamos hombre políticos, ¿pero cómo son? “Lo que dijo Luciano de un historiador, lo digo yo del político: “Quien quiera hablar y escribir libremente, no debe estar sujeto a ningún príncipe ni a ninguna ley, sino que debe exponer el tema como es verdaderamente, sin preocuparse de que a alguien la pueda gustar o disgustar”. Condena la corrupción, a los manirrotos y derrochadores y habrá gente que “vigilarán que ningún funcionario, bajo pretexto de autoridad, sea prepotente con sus inferiores y que como las bestias salvajes, ni oprima, domine, despelleje, muela, pisotee, sea parcial o corrupto” “Quien se haya arruinado será reprobado públicamente, y el que no pueda pagar sus deudas, si se ha empobrecido por libertinaje o negligencia, será encarcelado durante doce meses, y si en ese tiempo no ha satisfecho a sus acreedores, se le colgará” (¡¡Oh, Diosa banca, campos de minas en la República de Burton!!), porque, dice “no se les dejará que acumulen dinero aparte, sino que lo lleven a un banco público, que habrá en todas las ciudades” “no admitiré prestamistas, fiadores y usureros mordaces”. Burton, no por ingenuidad, defiende el “reparto equitativo (para que una casa dominante no absorba vorazmente todo, que es algo muy común entre nosotros). Pero ¿dice algo Burton de la sanidad? “Y estos hospitales construidos así y mantenidos sin colectas, limosna o donativos, no serán para un número de personas fijo, sino para quien pase necesidades, mayores o menores, y se pagará siempre del erario público” ¿y de la Educación? “Facilitaré escuelas públicas de todo tipo, de canto, de danza, de esgrima…” Recompensa el trabajo independientemente de la condición, da voz a los plebeyos, retira títulos a los que dilapidan sus fortunas mediante el libertinaje, llena el espacio de poetas y pintores, y acaba diciendo: “peragit tranquilla potestas, quod violentia nequit” (el poder pacífico consigue lo que la violencia no logra). Tales son los principios del movimiento 15M, tales eran los pensamientos de Burton; autor de una de las obras más monumentales de toda la historia de Inglaterra, mucho antes de que el Estado moderno estuviera siquiera en proceso de germinación… Algo más profundo que el tiempo y el contexto late en sus palabras. Algo que está en los hombres de entonces, de ahora y de siempre. Algo que está en nosotros, en nosotras.