sábado, 25 de febrero de 2012

MILTON GREENE

  Acabo de descubrir a Milton Greene. Nunca había visto sus fotos. Me deleito en http://www.archiveimages.com con sus fotos de Marylin, y, tras ver un estupendo documental sobre ambos, lo hago también con su posición, con su vida. Pero atendamos sólo a su parte fotográfica, a su concepto de la imagen. Los grandes retratistas de los rostros conocidos, como Avedon a Annie Leibovitz, toman una postura clara: no van en contra de la imagen que sus retratados portan. Porque los rostros públicos no son personas; son sólo rostros, imágenes. Uno de los grandes cambios de la segunda mitad de aquel siglo fue esa: la capacidad de crear imágenes más allás de las personas. Si hay un caso paradigmático, quizá por su repercusión mediática, es el de Marylin. Ella misma cae vencida por su propia imagen. El mundo, la realidad, se convierte desde entonces en "lo que se ve", no en "lo que es". Desde el punto de vista intelectual, fiolsófico, e incluso ético, no es ninguna heroicidad desenmascarar algo que es, desde el punto de vista humano, una pena. Pero desde el fotográfico, este desenmascaramiento atenta contra el propio medio. ¿Cómo negar la imagen de Marylin desde la imagen misma, a través de un medio cuyo únicas armas son "lo que se ve"? Milton Greene desmonta el mito acudiendo a la misma Marylin, es capaz de ir más allá del propio imaginario colectivo, transido por el "producto Marylin"( me imagino que creado para generar pingües beneficios, aunque no lo veo del todo claro). Miton Greene crea otra Marylin, más parecida desde luego a Norma Jim, pero sin énfasis, sin caer en un nuevo cliché que se confronte de lleno con el anterior. Sin caer en los mismos vicios que sus contrarios. No. Milton Greene deja a la imagen libre, desata el vuelo de lo misterioso, de lo sutil, de lo humano inefable. Y deja a Marylin para nosotros como las ondas que deja la piedra en el estanque, una vez alcanzado el fondo.

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