sábado, 28 de marzo de 2009

GRAN TORINO

GRAN TORINO

Una pequeña gran película de género, con un Clint Eastwood prodigioso en la actuación y en la narración. Quizá falte la riqueza de haberle visto interpretar papeles distintos, pero también Kraus o Benedetti Michelangeli tenían repertorios pequeños. Una historia realmente bien contada, en la que resbala sin énfasis sobre la nueva sociedad americana (y sobre la vieja), la inmigración, las bandas callejeras, la relación entre culturas distintas dentro de ese nuevo caleidoscopio americano, las consecuencias personales de la guerra, el papel un tanto ridículo de la Iglesia, etc... Sin gran profundidad, que se agradece, ya que mantiene el filme lejos de un cierto „pastelismo“, y con un personaje duro y rico, incapaz de adaptarse a una sociedad hipócrita ni a una sociedad nueva, multicultural, pero a la vez capaz de establecer nexos afectivos dentro de un profundo interiorismo con un joven de cultura Hmong. Sin grandes efectos hollywoodienses, sino dentro de una cierta contención, que se rompe con el gran efecto final, en el que solo ante la banda entera, es acribillado, produciéndose a la vez una catársis social (a la banda se la inculpa del asesinato y pagan pecadores por pecadores), personal (en cierta forma la muerte le libera de sus propios crímenes, cometidos durante la guerra) y física, ya que, en un truco, efectivo pero quizá menos maestro en cuanto a guión, desde mi punto de vista, le libera de un cáncer que con mucha probabilidad habría de acabar con su vida en pocos meses. Una historia bien contada, el placer de las pequeñas cosas bien hechas, sin pretensiones.

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