viernes, 1 de enero de 2010

1 de Enero

Amanece el 2010 con las toses a partes iguales de los resacosos y de los que corrimos la San Silvestre de Vallecas bajo el frío, la lluvia, el viento y el granizo. Que queden las victorias de Masai en la internacional y de Dabab en la popular, y en las chicas de Cheruiyot y de Ana Burgos. Aunque lo emocionante de la noche anterior fueron el cuarto puesto de Marta Domínguez y el sexto de Chema Martínez., y sobre todo, los más de 22.000 corredores en los que pudo más la pasión y la tradición popular, que el frío y la lluvia. Durísimos sobre todo en esos últimos dos kilómetros de subida. Amanece el 2010 después de una nochevieja de uvas, salsa y fiestas con bigote en casa de mi nueva prima, Sandra Santana, la poeta. Y amanece como siempre, sin saltos de esquí, pero con la Filarmónica de Viena haciendo versiones de Carmen y la Traviatta. Hace tanto que no lo escuchaba que ya me parecía que solo tocaban Strausses y Marchas. El año amanece con el Papa bendiciendo el medio ambiente en vez de revisar una tradición en su medio en la que se echan de menos Paulos sextos y Juanes veintitres. Por supuesto, para apaciguar las malas gestiones, la corrupción, y amansar el ahora-no-dinero que en los años gloriosos alguien ganó a espuertas, sube el metro un 21%. Eso es Democracia en esta forma de capitalismo; que todos paguen cuando desparecen los que se lo llevaron.

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