miércoles, 17 de octubre de 2007

Reconciliación

Reconciliacion

110 kilometros!! Me he reconciliado con la carretera que unia Sultanhani con Konya. Sıgue haciendo un frio de cojones, pero por lo menos el viento no soplaba fuerte y totalmente de cara. Me he reconciliado por eso, y por el paisaje, estepario, pero claro, abierto, lindo. Realmente parecia un Far West (segun la imagen mitica que yo tengo del Far West,claro), y se entiende bien que aquello solo sea un paso de caravanas, aunque sean Selyucidas y militares. La vista tenia algo especiamente artistico; la linea del horizonte quedaba mas baja de lo normal, y entonces el cielo parecia sentirse como una especie de abanico, pero ademas mucho mas grande, !!y mucho mas pesado!! El cielo, con sus amenazantes nubes, daba una sensacion de verdadera materia, casi como si pesara. Era como estar viendolo todo en gran angular, como muchas de esas viejas fotografias en blanco y negro positivadas en papel apaisado y realizadas con cajas oscuras.
En la carretera hoy me sentia como un 'Pirata diez', y me explico: !!he perdido toda insinuacion de barriga y a cambio llevo las dos patas de palo!! En todo caso, lo de hoy fue, en dos sentidos, algo mistico. Yo estaba empenado en llegar con tiempo para visitar el Mausoleo de Mevlana y no pare hasta que llevaba cuatro horas de intenso pedaleo, que coincidieron, exactamente, con la proporcion aurea de la distancia entre Sultanhani y Konya. Lo cual demuestra que Dios, y Bach, si es que se puede hacer tal diferencia, esta con nosotros. La otra parte de la mistica esta en el ritmo. Decia Von Nagel que hay que alcanzar cierto caracter meditativo a la hora de afinar un clave (algo asi como cuatro golpes por sonido, siempre al mismo ritmo). Creo que se puede conseguir una sensacion similar a traves de carreteras como esta, durante ciento diez kilometros en los que solo se para media hora a comer algo... !!Probadlo!!
A las dos y media (hora turca) estabamos ya en Konya, capital Selyucida despues de Nicea (hoy İznik)y capital del ya mencionado Sultanato de Rum. El mercado es impresionante, vivo y loco, escondido como entre pasajes creados con lonas que unen las dos fachadas de la calle, rebosante de cosas, organizado por productos, algo que en un sentido encuentro no solo mas practico, sino mas democratico. Con joyas, zapatos, ropa, telas, alfombras, sedas, objetos metalicos, objetos de iluminacion, mas luego los zapateros, los arregladores de bicicletas... Sin olvidar telefonos y motos. Los turcos son fans de los telefonos y las motos.
Siento que Turquia no es solo el tipico espacio de 'encuentro de civilizaciones', tipica expresion para referirse a ella, sobre todo a Estambul, sino una gran casa con pequenas ventanitas esperando a ser abiertas. Si ahora estuviera en Madrid, no tardaria en comprarme dos libros; uno, sin duda, seria un libro sobre los Derviches, de los que si algun comentarista siente curiosidad, os contare algo. El otro seria el 'Mathnawi', el gran libro de poesia de Celaleddin Rumi. Alli, una de las historias, de buitres, ratones y leones, se ha llevado a la actualidad practica. Los ratones salvan al Leon, y le protegen de los Buitres. El primer ministro actual (raton), salva al Leon (el pueblo) y lo protege de los buitres (Estados Unidos, Rusia, Francia, el terrorismo...). Celaleddın Rumi, Mevlava ('nuestro guia')fue el gran poeta y filosofo mistico del sultanato de Rum, y uno de los grandes de la historia turca. Hay una historia que merece ser contada. En esta region la lluvia escasea. Me lo temia. Todos los agnos, a principios de Abril, los turcos salian a decir sus plegarias para que la lluvia hiciera su aparicion. Entonces recogian las primeras aguas de Abril en unos cantaros, y las guardaban como signo divino. Un dia, Mevlava, mientras se dirigian al lugar donde dirian sus plegarias, se dio la vuelta y pregunto a los que con el iban: ?Adonde vais?, 'A decir las plegarias, maestro'
?Donde estan vuestros paraguas?, pregunto el maestro. Todos se encogieron de hombros. Volved atras, les dijo. Si no creeis, no vengais a decir las plegarias.
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