domingo, 7 de octubre de 2007

Fragmento de Constantinopla

domingo 7 de octubre de 2007

fragmento de constantinopla

Ya quiero participar de este Blog, y, aunque de manera silenciosa voy escribiendo ya, en los ratitos que me deja el trabajo y los ajustes de la bici y la maleta, mi "Viaje", que ya desde hace días ha comenzado a través de las búsqueda bibliográficas, de las lecturas, de la ilusión y de preparar la bici para salir volando, quisiera ahora dejar algún fragmento en este Blog, esperando que poco a poco otros fragmentos le hagan compañía.
"Y, me digo, debo hablar de los bektachís, de la ecología, de la convivencia de las tres religiones del libro, de la tolerancia, pues, y habría que hablar de los baños, de los viajeros europeos que viajan a Turquía y se sorprenden de los rituales de purificación, de la limpieza, y, viceversa, de la mala higiene del cristianismo, pero tampoco consiste en comparar, en ensalzar virtudes y defectos, sino en sorprenderse a través de la mirada del otro. Y habría que hablar del Gálata en Estambul, y de Topkapi, pero todo esto irá llegando al impaciente lector, porque también habría que hablar de la forma de vivir del turco, de su gusto por los jardines y por la música, por el disfrute, por el presente. Y del sistema social, del sistema de seguridad social, modelo en el Estambul otomano de una verdadera conciencia progresista. ¡¡Con que egocentrismo pensamos que la actualidad es un tiempo más avanzado!! Y qué decir del Gran bazar, del Bósforo. Ya nos dejamos caer en una cierta y velada mitología, la gran Constantinopla va entrando en nosotros, y, cuando todavía no nos hemos acercado a la ciudad, ni siquiera a la gran península de Anatolia, ya nos dejamos mecer por la imágenes, por los olores, por los colores. Ya nos suenan los nombres que poco a poco iremos rellenando con nuestras propias imágenes. Patricia me ha pedido un reportaje fotográfico de Santa Sofía. No ser músico profesional me permite viajar, escapar a mis obligaciones. Y poco a poco voy cayendo en la fascinación histórica, de la mano de Francisco Veiga. A estas alturas me pregunto por qué cayó Bizancio, y se me vienen a la cabeza Gibbons, y cómo entrelazar Roma con Bizancio y con el Islam. No es difícil, metafóricamente no es difícil. Porque Bizancio y Roma cayeron de la misma forma que España, que Egipto, cayeron como cayeron los puentes romanos una vez sobrepasado el punto de resistencia. Eso me lo contaba Fernando con pasión. El puente de Mérida es el más largo. No se puede construir un punte de piedra más largo que el de Mérida. Los romanos lo sabían por ensayo-error. Si se intenta hacer más largo, el puente se cae. Igual que Roma, igual que Bizancio. Todo debe estar a la altura de las fuerzas propias".

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