miércoles, 17 de octubre de 2007

Sharasada

Sharasada

Aquella mujer, segun nos gesticulo nuestro amigo, era una de las trabajadoras del porstibulo que habia a escasos metros de la taberna. La taberna y el prostibulo eran como dos dependencias de un mismo grupo humano, por decirlo asi. De la taberna todos salian golpeandose los huesos contra el marco, aunque tambien muchos entraban asi. Una vez recuperado el equilibrio, nos miraban, nos sonreian y nos saludaban. Nosotros,a punto de bebernos nuestro segundo medio litro de cerveza, estabamos, como observadores omniscientes, apostados junto a la puerta...
Nuestro amigo saco del bolsillo una buena cantidad de billetes, una llave con el numero 330 en ella, hizo un gesto como de dormir, senalo las cinco en el reloj, y sonrio, seguro de si mismo, mientras repetia un gesto de distancia como en el ciclo anterior y miraba a la muchacha, que ya estaba otra vez en el interior...
Asi es el Alba, deja nuestros suenos a medias.
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